Cambiar la bañera por un plato de ducha; una buena opción.
Actualmente, son muchas las personas que deciden cambiar la bañera por un plato de ducha.
Los platos de ducha ofrecen una gran selección de ventajas, tanto en lo funcional como en lo estético. Es una superficie más segura, que minimiza el riesgo de sufrir una caída o un resbalón. Hoy en día existen muchos modelos de plato de ducha, con todo tipo de texturas, colores y diseños.
Los diseños más innovadores:
Actualmente es tendencia el mundo de la decoración, la innovación y el riesgo.
Las personas optan por el color gris o blanco para sus platos de ducha, pero a la hora de cambiar la bañera por un plato de ducha hemos de saber que existen también otros tipos de diseños.
La ducha es un momento de relax, de modo que hay personas que les gusta decorar su plato de ducha con diseños que les transmita esta sensación. Por ejemplo: mamparas con hojas de palmera, para dar la sensación de que estas en la playa o mamparas con olas del mar para sentir que estás nadando entre ellas.
Si prefieres algo más sencillo, aunque no aburrido, puedes darle a tu plato de ducha el color que más te guste.
Los materiales que debes tener en cuenta a la hora de cambiar la bañera por un plato de ducha:
A la hora de comprar un plato de ducha, una de las decisiones más importante es elegir bien el material. Actualmente hay 4 tipos de materiales:
- Cerámica: es uno de los más populares ya que es resistente a los productos químicos, aunque es un material frágil y un poco pesado.
- Acrílico: es mucho más resistente a los golpes que la cerámica y además es 100% antideslizante.
- De carga mineral: material compuesto por resina y mármol. Su grosor es de 3 centímetros, de modo que se puede instalar a ras de suelo. Material muy resistente a los golpes.
- De piedra natural: material con un tacto muy cálido, lo cuál supone una gran ventaja. Pueden ser de pizarra, mármol o granito.
